Los sabañones, una respuesta atípica a las bajas temperaturas, provoca la formación de pequeñas protuberancias rojas en los dedos de los pies, los dedos, la nariz y/o las orejas, las áreas más susceptibles al frío. Los sabañones también pueden desarrollarse en otras áreas del pie que están sujetas a una presión constante. Los bultos pueden hincharse y empeorar, lo que hace que la piel afectada se seque y se agriete. La piel dañada puede ampollarse, ulcerarse e incluso infectarse. Aquellos con mala circulación son más propensos a los sabañones. Los sabañones pueden ser crónicos o agudos.
Los sabañones se pueden tratar manteniendo el cuerpo caliente, en particular las áreas que suelen verse afectadas por la afección. Las pieles con sabañones se pueden tratar con lociones antisépticas para prevenir infecciones, cremas de lanolina para mantener la humedad de la piel y lociones de calamina para aliviar el picor y las molestias (consultar siempre al médico antes de tomar cualquier tipo de medicamento). Un médico puede diagnosticar adecuadamente la condición y tratar cualquier infección que se desarrolle.