La crioterapia consiste en congelar y amortiguar el tejido de la piel para eliminar los crecimientos superficiales, como las verrugas que se forman en el pie. Se aplica nitrógeno líquido u otro criógeno con un hisopo o sonda de algodón o se rocía directamente sobre la piel para congelar el área deseada. Algunas verrugas requieren múltiples tratamientos. El procedimiento se realiza en el consultorio del médico y generalmente se cura en tres semanas con pocas posibilidades de dejar cicatrices.