Las fisuras del talón, o grietas en la piel del talón, ocurren debido a que el área está sujeta a una presión y fricción constantes. El talón también es susceptible a la piel seca y los callos. Las grietas superficiales que no penetran profundamente en la superficie de la piel se pueden tratar con cremas espesas para hidratarlas. Las fisuras más profundas del talón que exponen capas de tejido de la piel o sangre son más graves, ya que pueden desarrollarse infecciones si las bacterias entran en las fisuras.
Las fisuras del talón se pueden prevenir con el uso de calzado acolchado, de apoyo y que le quede bien, así como con plantillas para el talón, las cuales protegen la almohadilla de grasa del talón para que no se desgaste. Evite usar sandalias y calzado de tacón abierto que exponga el talón y brinde menos soporte a la zona. Mantenga la piel del talón hidratada y suave; utiliza piedras pómez o limas para los pies para eliminar los callos y evitar que se formen fisuras en la piel seca y engrosada. Los podólogos tienen tratamientos para las fisuras y callosidades del talón. Siempre consulte a un médico para las fisuras más profundas del talón que pueden provocar una infección.