El pie isquémico es un flujo sanguíneo arterial inadecuado del corazón al pie que puede ocurrir por obstrucciones arteriales, espasmos arteriales y lesiones en la arteria. Dado que el flujo de sangre está restringido al pie, los síntomas incluyen pies fríos, dedos de los pies morados o descoloridos, calambres musculares y dolor. Las úlceras y la gangrena pueden ser el resultado de la falta de sangre en el área. El tratamiento para el pie isquémico consiste en ejercicios que aumentan el flujo de sangre a los pies, como caminar; las ortesis y los zapatos protectores pueden proteger la piel afectada del daño causado por el roce o la irritación. Se pueden recetar medicamentos para mejorar el flujo sanguíneo (siempre consulte con un médico antes de tomar cualquier medicamento).