La diabetes, o hiperglucemia, es un nivel alto de glucosa en la sangre. Si los niveles de azúcar en la sangre no se normalizan en un diabético, el cuerpo puede tener problemas para defenderse de las infecciones debido a la disminución del funcionamiento del sistema inmunológico. Esto puede afectar los pies en particular debido a la enfermedad arterial periférica (falta de circulación) y la neuropatía periférica (pérdida de sensibilidad).

Como resultado de la diabetes, los pies pueden volverse susceptibles a una serie de problemas, como úlceras y heridas que no cicatrizan adecuadamente, infecciones fúngicas, uñas encarnadas o quebradizas, callos, dedos en martillo, pie de atleta y piel agrietada o seca . Se puede desarrollar gangrena, o tejido muerto, que causa infecciones bacterianas que pueden resultar en la amputación de las áreas afectadas. Incluso las actividades cotidianas, como caminar, pueden causar problemas en los pies de un diabético, ya que la afección afecta los huesos, las articulaciones y la piel.

Para el diabético, el cuidado de los pies adecuado y completo es imperativo. Los diabéticos deben revisarse los pies todos los días para la detección temprana de problemas o lesiones en los pies.

Aquí hay sugerencias adecuadas para el cuidado de los pies que deben seguir los diabéticos:

  • Mantenga los pies limpios, calientes y secos (completamente secos entre los dedos)
  • Use zapatos cómodos y no use el mismo par todos los días (busque punteras espaciosas, empeines de cuero y zapatos que no aprieten, rocen ni presionen; evite los zapatos rígidos y adapte gradualmente el calzado nuevo)
  • Use siempre calcetines limpios y secos sin rasgaduras ni costuras irritantes (el algodón delgado es absorbente y ayuda a mantener los pies secos)
  • No dejar los pies expuestos o desprotegidos (dormir con medias sueltas, no usar chancletas o sandalias, no andar descalzo)
  • Nunca exponga los pies al calor o a altas temperaturas del agua (pueden producirse quemaduras debido a la pérdida de sensibilidad)
  • Mantenga una mejor circulación de los pies (no fume; evite las medias o calcetines con bandas elásticas apretadas; no cruce los pies o las piernas cuando esté sentado)
  • Trate los pies suavemente (séquelos con palmaditas; evite cortar o desgarrar la piel)
  • Con cuidado, dé forma recta a las uñas de los pies con una lima de uñas (evite las uñas encarnadas)
  • No use productos para los pies de venta libre, como soluciones antisépticas, tiritas, cintas adhesivas o cualquier cosa pegajosa (pueden dañar la piel y provocar heridas).
  • Use crema hidratante para mantener la piel flexible (excepto entre los dedos de los pies)
  • No trate los callos o durezas en casa; ver a un médico para el cuidado

Es importante que los diabéticos busquen atención podológica con regularidad para prevenir problemas en los pies que pueden salirse de control fácilmente. Un podólogo garantizará el cuidado adecuado de los pies, desde el mantenimiento hasta el tratamiento de cualquier problema en desarrollo. Cualquier problema en los pies debe tratarse de inmediato en un diabético para evitar complicaciones graves.