La osteomielitis es una infección ósea bacteriana que puede afectar a personas de cualquier edad. En los adultos, la osteomielitis ataca con mayor frecuencia las caderas, las vértebras o los pies; en los niños, los extremos de los huesos largos de los brazos y las piernas son el sitio más común de la enfermedad. La infección ósea puede ocurrir como resultado de una infección en otra parte del cuerpo que luego viaja a través del torrente sanguíneo y se asienta en el hueso. La infección puede iniciarse a partir de una herida de cirugía, lesión o inyección, así como de una infección interna. Debido a las úlceras del pie diabético, los diabéticos son más propensos a contraer osteomielitis en los pies.

Los síntomas de la osteomielitis incluyen dolor, sensibilidad, rigidez, hinchazón e inflamación en el sitio de la infección, fiebre, escalofríos y náuseas. Los síntomas pueden aparecer de forma repentina o gradual. Se diagnostica con pruebas e imágenes óseas para detectar cambios en el hueso. Se pueden usar más pruebas de biopsias y cultivos para identificar el tipo de bacteria que causa la infección para que se pueda administrar el tratamiento adecuado. El tratamiento consiste en antibióticos y analgésicos. El área afectada también se puede inmovilizar con una férula. Si se diagnostica a tiempo, la osteomielitis se puede tratar eficazmente con estas medidas.

El diagnóstico y tratamiento de infecciones óseas graves o crónicas es un campo especializado de la medicina. En los Estados Unidos, hay relativamente pocos médicos con experiencia en osteomielitis grave o crónica.