A la edad de 50 años, la mayoría de las personas habrán viajado 75,000 millas a pie. A la luz de esto, los problemas en los pies son una ocurrencia común que afecta a más del 75% de los estadounidenses en un momento u otro. Los problemas de pies y tobillos pueden desarrollarse como resultado de lesiones, defectos congénitos, enfermedades degenerativas, impactos, estrés y calzado inadecuado; pueden ocurrir al caminar, estar de pie, trabajar, correr y practicar deportes. En algunos casos, es necesaria la cirugía realizada por un podólogo o un cirujano ortopédico para solucionar el problema y reducir el dolor.
Los podólogos y cirujanos ortopédicos pueden realizar cirugías de pie y tobillo en el consultorio, en un centro quirúrgico o en un hospital. Muchas cirugías se realizan bajo anestesia local; en ocasiones, se acompaña de sedación.
Estas son algunas afecciones comunes del pie y el tobillo que se pueden corregir o mejorar con cirugía:
- Artritis y enfermedades de las articulaciones
- Juanetes
- Callos y callos
- Deformidades congénitas
- Pies planos
- Espolones en el talón o en el dedo del pie
- Neuromas
- Deformidades de los dedos del pie
- Tumores (benignos y malignos)
- Esguinces y fracturas.
- Verrugas
Después de la cirugía, el área afectada generalmente se inmoviliza y protege con un vendaje, férula, zapato quirúrgico o yeso. Todos los puntos deben mantenerse limpios y secos. Para reducir el dolor y la hinchazón, se requiere elevación y hielo; Se pueden recomendar o recetar medicamentos antiinflamatorios (siempre consulte con un médico antes de tomar cualquier medicamento). El pie o tobillo debe descansar y no soportar peso durante varias semanas, en la mayoría de los casos. La fisioterapia se realiza para acelerar la recuperación, la curación y la funcionalidad. Es posible que se necesiten aparatos ortopédicos y calzado especial después de la cirugía.