Los tendones peroneos también se conocen como tendones de estribo porque corren paralelos a lo largo del hueso externo del tobillo, uniéndose al interior y al exterior del pie cerca del arco. Su función es estabilizar el tobillo y el pie.

La lesión de los tendones peroneos puede ocurrir repentinamente durante la práctica de deportes como el fútbol americano, el baloncesto y el fútbol, ​​o puede desarrollarse con el tiempo. Los tendones pueden desgarrarse, inflamarse (tendinitis) o sufrir subluxación (movimiento de la posición normal). Los signos a buscar son hinchazón, dolor, inestabilidad del tobillo y sensación de que el tendón se ha roto. El área también puede estar caliente cuando se toca. El dolor puede ser constante o intermitente, y puede ser mayor en la parte posterior del hueso del tobillo, donde corren los tendones.

Es necesario un tratamiento inmediato y adecuado para evitar roturas o daños mayores. El área lesionada debe inmovilizarse y se pueden usar muletas para mantener el peso fuera del tobillo afectado. Los medicamentos antiinflamatorios y el hielo pueden disminuir la hinchazón (consulte a su médico antes de tomar cualquier medicamento). En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía para reparar los tendones. La fisioterapia puede ayudar a restaurar el movimiento y la fuerza después de que se cura la lesión.