Las verrugas son causadas por un virus que penetra en la piel y forma una protuberancia carnosa y elevada. Pueden aparecer en cualquier parte de la piel, incluidos los pies. Algunas verrugas desaparecen por sí solas sin tratamiento; otros reaparecen, aumentan de tamaño o se propagan para formar grupos de verrugas. En general, las verrugas no son dañinas y no causan dolor ni molestias; sin embargo, son contagiosos porque provienen de un virus.

En el pie, las verrugas pueden crecer en la planta y los dedos, así como en cualquier otra parte. Las verrugas plantares ocurren en la planta del pie y son más planas y menos carnosas que la mayoría de las otras verrugas. Pueden ser el resultado de caminar descalzo sobre superficies sucias y llenas de gérmenes que albergan el virus. Los virus prefieren un ambiente cálido y húmedo, por lo que las áreas públicas con pisos mojados, como piscinas y duchas, son caldos de cultivo perfectos para las verrugas plantares. Las verrugas plantares en el talón o la bola del pie pueden ser dolorosas y sensibles debido a la presión ejercida sobre estas áreas del pie.

Para evitar las verrugas plantares, use zapatos de ducha de plástico o goma, toboganes o chancletas en lugar de caminar descalzo sobre pisos o suelos húmedos, especialmente en áreas públicas. Recuerde, las verrugas son contagiosas y se propagan de persona a persona oa otras partes del cuerpo. Mantener un cuidado adecuado de los pies, manteniendo los pies y el calzado limpios y secos.

Hay tratamientos para las verrugas de venta libre; sin embargo, las verrugas pueden reaparecer o resistir el tratamiento (consulte a un médico antes de tomar o usar cualquier medicamento). La eliminación de verrugas es mejor dejarla en manos de un médico; Los podólogos pueden tratar con seguridad cualquier verruga en el pie utilizando una variedad de métodos, como medicamentos recetados, extirpación quirúrgica y cauterio con láser.