Seguir estas pautas básicas para el cuidado de los pies puede ayudarlo a mantener sus pies sanos, sin lesiones y funcionando correctamente. Incluso si los pies parecen sentirse bien, inspecciónelos regularmente para ver si hay cambios, ya que la intervención y el tratamiento tempranos pueden evitar problemas importantes.

  • Cuide sus pies manteniéndolos limpios, secos y adecuadamente cubiertos. No camine descalzo y proteja la delicada piel del pie con bloqueador solar cuando se exponga al sol. Recorte las uñas de los pies en línea recta y no las corte demasiado.
  • Cualquier tipo de dolor en el pie o el tobillo debe ser abordado de inmediato contactando a un podólogo, ya que es una indicación de que algo anda mal. Esperar a ver si el dolor desaparece por sí solo o ignorar el dolor porque piensa que es menor o normal puede hacer que el daño empeore.
  • Los cambios en los pies o las uñas de los pies pueden indicar un problema, como una decoloración roja, morada, azul o de cualquier tono; cambios de temperatura; engrosamiento de la piel o las uñas; y piel cortada, agrietada, irritada, descamada, seca o escamosa, ya sea generalizada o en un área pequeña y localizada. Revísese los pies con regularidad para detectar cualquier signo de cambio y consulte a un podólogo si nota que algo se ve diferente o inusual.
  • Los zapatos que calcen correctamente son esenciales para el cuidado de los pies. Un zapato que cause presión o fricción o carezca de amortiguación y soporte puede generar problemas en los pies y los dedos. Elige el calzado adecuado para cada deporte o actividad. Mantenga los zapatos limpios y secos por dentro y no use el mismo par constantemente.
  • Consulte a un podólogo para problemas relacionados con el pie y el tobillo; no intente tratar los problemas usted mismo. Un médico puede diagnosticar y tratar adecuadamente el problema para evitar daños mayores.
  • Los diabéticos deben dejar el cuidado de sus pies en manos de un profesional para limitar el riesgo de infección. Además del cuidado regular de los pies, un podólogo debe revisar los pies de los diabéticos una vez al año o con más frecuencia.