El baloncesto requiere muchas carreras de un lado a otro de la cancha, así como saltos repentinos, movimientos de lado a lado, giros y giros. También se juega sobre una superficie de madera dura. A la luz de esto, el baloncesto es uno de los deportes más duros para los pies y los tobillos. Los jugadores de baloncesto de todas las edades y niveles de habilidad, desde las ligas juveniles locales hasta la NBA, deben acondicionar, fortalecer y estirar estas áreas de manera regular y constante para prevenir lesiones como esguinces de tobillo, fracturas por estrés, tendinitis de Aquiles, fascitis plantar y sesamoiditis.

Las zapatillas de baloncesto deben ser apropiadas para los movimientos del deporte, con amortiguación adicional en la entresuela, un arco firme, absorción de impactos y tracción. La zapatilla debe calzar correctamente, con un talón firme y ajustado y una puntera espaciosa. La zapatilla debe estar hecha de un material superior ligero y transpirable. Los jugadores con tobillos débiles o lesiones previas en el tobillo deben buscar un zapato alto con soporte para el tobillo. Cuando se pruebe zapatillas de baloncesto, asegúrese de usar los calcetines que normalmente usará cuando juegue al baloncesto. Practique los movimientos típicos del deporte en un piso o superficie dura cuando se pruebe los zapatos para garantizar un ajuste cómodo. La comodidad y el ajuste deben ser lo primero, luego el estilo y la apariencia.

Es importante consultar siempre a un podólogo para cualquier tipo de dolor crónico o dolor en la parte inferior de la pierna, el tobillo o el pie durante o después de jugar al baloncesto.